La casa más lejana narra el año que Henry Beston pasó en una solitaria casa de la gran playa de Cape Cod. Beston logra un precioso canto a la naturaleza salvaje en el que los sonidos y la luz juegan un papel estelar. Un libro sensual de escritura primorosa que introduce al día a día del mar y las marismas, y a los límites físicos de millones de existencias. Su eco perdura a lo largo de los años.

En H de halcón, Helen Macdonald cuenta cómo superó el duelo por la muerte de su padre aprendiendo a entender a un azor, símbolo de lo nunca domesticado. Macdonald parte de la idea de que cada persona tiene en su interior un daimonion, un animal que manifiesta de forma visible su alma, y en esta obra evidencia de forma sublime hasta qué punto puede llegar la conexión de un humano con un animal.

El fuego del fin del mundo de Wendell Berry aprehende el pulso de lo vivo, de ahí que su lectura induzca a tantos lectores a actuar. Lucidez, energía y amor es lo que irradia este ideario inmortal que bebe de los clásicos y estimula a otros grandes pensadores medioambientales contemporáneos como Paul Kingsnorth, cuyas Confesiones de un ecologista en rehabilitación tiene siempre a Berry en el recuerdo.