Leer a Shackleton, es decir, leer su vida como quien lee un gran poema de amor, esto es lo que me interesa. El hombre que triunfó en lo imposible y fracasó en lo que parecía sencillo. Quizá sea este el verdadero legado de Shackleton: hacernos entender que las fuerzas hostiles de este globo pueden ser domadas; que no hay más que enfrentarse a las olas, plantarle cara al viento, que el frío es una palabra muy pequeña en casi todos los idiomas, pero el amor, en cambio, no entiende de distancias ni de rumbos, que al enfrentarse a él toda determinación es poca y los planes no sirven para nada.
ENCENDER UNA HOGUERA
16.00€CHRISTOPHE CHABOUTÉ SE ESTRENA EN EL CATÁLOGO DE NORMA CON UN DESGARRADOR RELATO DE JACK LONDON.En 1896 se descubrieron ricos yacimientos de oro al norte de Canadá, en Klondike. Muchos aventureros se dirigieron hacia allí, a pesar de las duras…